La zona vinícola del Valle de Guadalupe, ubicada en Ensenada, en Baja California, tiene las condiciones climatológicas (altitud, temperaturas y calidad de tierra) perfectas para dar vida a la uva, condición que ha destacado a sus vinos y a la región a nivel mundial. Aquí se producen vinos de inigualable sabor.
A mediados del siglo XVIII, los misterios que llegaron a esa zona norte del país elaboraron vino por primera vez gracias a su increíble clima mediterráneo, pero fueron los emigrantes rusos quienes a principios del siglo XX establecieron las primeras empresas vinícolas de la región.
En Baja California se produce el 90% del vino mexicano, con más de 150 casas vinícolas. En los siete valles del estado cada año se produce vino de la mejor calidad y de ellos, el Valle de Guadalupe es el más importante, por su cantidad de vitivinícolas.
La Ruta del Vino del Valle de Guadalupe es una visita obligada para los amantes de esta deliciosa bebida, y además es una zona que cuenta con una excelente y variada oferta gastronómica. Visitar sus maravillosas casas vinícolas es una experiencia enológica sorprendente que se tiene que disfrutar por lo menos una vez en la vida.
El recorrido ofrece la posibilidad de conocer los viñedos, pero los visitantes también tienen la oportunidad de disfrutar de la naturaleza de la región, degustar deliciosos platillos típicos, visitar museos, balnearios y tiendas especializadas en la venta de vino delicatessen.
A lo largo del año se realizan eventos asociados a la producción del vino. En los primeros meses del año con el Festival de las Conchas y el Vino Nuevo donde se resalta el mejor vino del año precedente, acompañando de un manjar de productos del mar de Baja California; continúa en mayo con el Viñedo en Flor, donde se celebra la aparición de los primeros ramos de uvas con espectáculos hípicos y folclóricos. Y para cerrar con broce de oro la Fiesta de la Vendimia, que celebra la transformación de la uva en el vino.